Los ciclistas surcan el mar de arena del GP Ciclocross de Peñafiel

Alguien dijo alguna vez que el castillo de Peñafiel era como un barco en mitad del páramo castellano y la arena de los pinares. Desde el río de asfalto que me ha traído hasta aquí, en el pequeño giro que ya permite divisar la fortaleza reconvertida hoy en museo del vino, decido comprar la analogía y seguir tirando del hilo, a ver qué aparece. 

Preparativos

Carlos Pascual, coordinador general de este Campeonato Provincial y Regional de Ciclocross, bromea: «Mira qué fácil es montar una marcha, unas flechas, grapadora, unas cintas…». Me lo encuentro junto a los chicos de http://www.runvasport.es tratando de levantar el arco de meta con los números rojos del cronómetro. Más adelante, Rodrigo Araque frente a la autocaravana de sus amigos del PoloandBike. El camión de Stirps Duero, donde se montará el podio, muestra en su pantalla el cartel de la prueba. A la derecha, algún paseante por el pinar, entre los giros de los primeros ciclistas en llegar a Peñafiel.

La arena

Siguiendo las indicaciones de Carlos, recorro el circuito hundiendo los zapatos en la arena blanda del pinar. Multitud de palos sueltos, pequeñas ramas esparcidas por el suelo húmedo, apiladas en montones a la orilla del trazado que van a seguir los participantes. Se aprecian ya los primeros surcos en el camino, fruto del paso de las dos ruedas, profundos en algunos tramos, una mera señal en las pocas zonas… ‘rápidas’ del circuito. Viendo los rostros de los primeros máster en labor de reconocimiento, y escuchando sus comentarios, se adivina una carrera dura, pesada. Un pinar con arena. Lógica aplastante.

Las mujeres

Las nueve ciclistas son las primeras en salir. Tras ellas, los cadetes y los máster 50 y 60. Desde los giros iniciales, ya se aprecia que va a resultar difícil encontrar un ritmo adecuado. En las curvas, la rueda queda encajada en los surcos de arena, muchas veces toca poner pie a tierra y tirar de la bicicleta, volver a montar y avanzar hacia el alivio que supone la larga recta de asfalto de la meta. Los tres tablones de madera, que muchos superan sin bajar de la bici, quedan en anécdota frente a los inconvenientes propios del terreno. Las pequeñas ramas sueltas empiezan a causar estragos, se cuelan entre los radios, provocan salidas de cadena, problemas con los cambios. Exhaustas por el esfuerzo, llegan ya las chicas:

Carla: «Sí, soy del equipo de Jonny, tengo 17 años… el circuito me ha gustado mucho, lo único es que había mucha arena y la bicicleta no ha respondido hoy, se me salía la cadena, las calas no enganchan. Es mi segunda carrera de ciclocross, pero me gusta mucho, más que la montaña».

Zaira: «Zaira Domenech, Burgos, del Sopela, compañera de la vallisoletana Amara Hernández. Bueno, la temporada empezó mal, tuve una caída y a partir de ahí le cogí miedo a ir en el pelotón. He estado un tiempo parada y está es mi primera carrera de ciclocross. No me ha gustado mucho el circuito, muy duro, mucha arena».

Sonia: «Hoy no tenía el día… Vengo arrastrando un esguince y la verdad es que el fin de semana pasado, en el ciclocross de Los Molinos (Madrid), me hice daño. Hoy, cuando me he caído, he notado dolor, pero mañana vuelvo a competir en Boadilla. Este circuito ha sido duro porque tenía mucho arenal, sin demasiados obstáculos, pero la arena de contínuo no te deja coger un ritmo, te tenías que bajar muchísimo, yo con el pie ‘penado’… El otro día en Los Molinos fue más divertido, sube y baja, más rápido. Aquí es imposible apretar.»

Isabel: «Muy duro, esta chica (Sandra) va como un avión y ha sido imposible cogerla, en la arena ya me iba muriendo y he cometido muchos errores, me tragué una cinta, un palo metido en el cambio, me paraba en la arena, iba reventada. Horrible pero muy bonito, si es que a mí me encanta la arena, pero es un ‘subidón’ de pulso terrible».

Sandra: «De León y de Burgos. Empecé la pasada temporada con el ciclocross, antes hacía carretera solo. En ciclocross hemos estado en todas las de Euskadi, Copa de España, Cantabria. El circuito de hoy muy duro, la arena se agarraba muchísimo, y a medida que pasaba la carrera se complicaba más, muchos fallos, había más roderas… »

Sara: «Venía con ganas, pero en la salida se me han ido las manos del manillar y me he caído hacia adelante. Me ha pasado prácticamente todo el mundo y luego he ido remontando poco a poco. Después he pagado el esfuerzo y bueno, cuarta al final. Este año se me ha hecho muy larga la temporada de montaña, corrí el Campeonato de España. Después participé en el de carretera y paré unos 15 o 20 días, así que no he preparado el ciclocross. No estoy a mi nivel, ni mucho menos. ¿El circuito? Muy duro, muy ‘botoso’, imposible. No me vienen muy bien los circuitos tan llanos».

Más espectáculo

A las dos salen los junior y máster 40. Allá va la bicicleta naranja de Castañeda. El espectador nota el cambio de categoría. Más deprisa. Mientras ruedan los máster 30, hay que comer algo, y beber. Sentarme cinco minutos y saludar a Justino Asenjo. «No te aburres, ¿eh?». Más giros, más ir de arriba a abajo por el circuito, tratar de captar algo del dinamismo de la prueba, fotos desenfocadas, tímido sol, frío cuando salen los elite. Se plantea una batalla entre Martín Mata y Óscar Pujol. Primeras vueltas con el burgalés al frente, se alternan las posiciones. A falta de tres para el final, llega el momento del profesional. Aunque sea una obviedad, resulta impresionante contemplar las evoluciones de Pujol en la arena. Parece fácil pedalear con esa armonía en este terreno. Cruza primero. Nunca me han interesado las clasificaciones, pero siendo esta una prueba competitiva, ahí están:

https://yosoyciclista.com/index.php/inscripciones/prueba/9708

 
Los piratas del mar de arena

Estas carreras necesitan más gente como los aficionados de la foto. Amigos de Peñafiel y alrededores que llevan aquí, esta mañana, tanto tiempo o más que el arco de meta. «Oye Sergio, vamos a venir luego a comer aquí, traemos la plancha y hacemos algo». «Se lo comento a mi novia y te digo». Aquí está Sergio, junto a Chuchi, Raquel y el resto de compañeros de Peñafiel. «Toma, que tienes que estar seco, y come algo, para acompañar». «Esto me parece durísimo». comenta Jesús mientras Óscar Pujol pasa a su lado, camino del campeonato.

Volver

Sin mucha pausa, y se agradece porque la temperatura ha bajado de manera considerable, se entregan los trofeos. Fotos de podio. Cruzo el pinar hacia el coche. En algún punto de la vía rápida (que no autovía) entre Tudela y Valladolid, un Megane dorado pálido (si es que existe ese color) me adelanta. Es Teresa Infante, la campeona de la categoría máster féminas. Buen viaje.

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