La conexión palentina en la V Marcha Ciudad de Dueñas de Botijosport

Amarillo y negro inconfundible, por la plaza de España de Dueñas revolotean las avispas de Botijosport. Sábado que amanece soleado, aunque a las 9:15, hora de salir, ganan las nubes. Aforo completo otra vez, 300 ciclistas avanzan en armonía por las calles de este pueblo palentino hacia los senderos, la seña de identidad de esta marcha.

A cualquier cosa le llaman llover

El primer avituallamiento de la marcha se sitúa en una zona conocida, creo recordar, como La Villa. En el monte de Dueñas. Tras la subida por una carretera que se parece mucho a la que vimos en la marcha homenaje a ‘Mirinda’ hace una semana, el camino a la izquierda acerca a un campo de pinos y encinas, con alguna construcción de piedra que no sé identificar. Algo relacionado con el pastoreo, tal vez. 

Avanzo esperando encontrar a los participantes en una zona menos llana. Cuatro gotas, luego muchas más. Durante unos minutos, parece que llueve. El agua asienta el terreno y elimina el polvo de los caminos. Todos contentos. Por un estrecho sendero que se abre hacia las tierras cultivadas y deja los árboles a la derecha, comienza a tejerse el hilo de ciclistas. Con una cadencia superior a lo que uno está acostumbrado, van pasando. La velocidad, acorde a la pericia de cada cual en este terreno. Hacia el llano que promete el avituallamiento, donde esperan Lalo y los chicos de Botijosport.

Gente nueva

La mayoría de los participantes saluda, sonriendo, al fotógrafo, aunque sospecho que es la primera vez que me ven. Entrego algunas tarjetas, aquí cuelgo las fotos, el dos con número, y comento con algún grupo la diferencia de terreno respecto a las marchas de Valladolid. También de planteamiento, se me olvida decir. 

Hay personal conocido, claro. «Me fui con unos amigos de la bicicleta a Burgos, sin organizar, solo nosotros, por eso no estuve en Campaspero», comenta Henar. Junto a Carmen, una de las pocas féminas de la marcha. Soraya desde Valladolid, Fer Maeso de Las Atalanta… y creo que no conté más chicas.

Juancho, de Botijosport, me sugiere un buen sitio para hacer fotos. Aunque José Luis me había hablado de ‘Los Picores’, mi desconocimiento absoluto de esta zona hace que me decante por la propuesta de Juancho, cercana al pueblo. Solo hay que pasar una zona de bodegas.

La Tejera

Una trialera muy larga que hace las delicias de los más técnicos. Hay que bajar con precaución… o a toda velocidad. Muchos llegan a este punto cansados, falta menos de un kilómetro para entrar en la plaza de España. Caras de satisfacción. Quedan los sorteos, los macarrones y el pollo asado. Quedan, espero, más marchas con la gente de Botijosport y de la provincia de Palencia.

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