Reproduzco a continuación un texto de la Asociación de Víctimas de Accidentes de Tráfico, que expresa el descontento del colectivo con aquellos políticos que, no hace mucho, consiguieron su foto haciendo promesas que ahora parecen olvidadas.
Estamos en Semana Santa y recuerdo las promesas de los políticos que nos hicieron cuando se entregaron las 200 mil firmas pidiendo el endurecimiento del código penal.
Fue como el Domingo de Ramos donde nuestra mesías,Anna Gonzalez, acompañada por los familiares de las víctimas de accidentes de tráfico, fue aclamada por todos los grupos parlamentarios delante de los medios de comunicación, no faltó ningún político en la foto.
A día de hoy ya se van posicionando esos grupos,como un Jueves Santo, se lavan las manos como Poncio Pilato.
A nuestro Barrabás le liberan sin ser condenado por su delito de muerte al volante, y con su desidia condenan a las víctimas.
Aquellas buenas palabras y promesas se van diluyendo.
Judas vendió a Jesucristo por 30 monedas de plata a nosotros por mucho menos.
Llegamos a nuestro perpetuo Viernes Santo, los familiares tendremos que seguir llevando esta cruz y sin Simón de Cirene al Calvario por el que estamos pasando.
Continuaremos pidiendo justicia para aquellos que murieron por la negligencia de otros, aunque serán juzgados por una ley laxa que hicieron anteriormente.
Es hora de recordar a esos políticos de poco fiar que cambien ese código penal para que los accidentes disminuyan y las víctimas tengan más amparo.
Aquí se acaba nuestra Semana Santa sin llegar al Domingo de resurrección.
