El salmantino Enrique García vuelve en Crespos al triunfo en XCO

El Cross Country Olímpico ha sido, desde siempre, la disciplina favorita de Enrique. Como juvenil en los años 90 del siglo pasado y como máster 30 desde 2008, en la que fue su vuelta a la competición tras un parón de una década. Su retorno coincidió con el auge del XCO en la comunidad de Madrid. «Se celebraban seis o siete pruebas con unos 100 participantes cada una». Hasta 2010 compite en el Open de Madrid, Open de Castilla y León y una competición paralela denominada Hispabike, también en nuestra región. Se proclama campeón de las tres en 2009, su mejor temporada, llegando primero en 13 carreras. Hace tercero en el Open de España.

Ocurre entonces algo que «le pasa a mucha gente. Acabé quemado. Ganar hace que pierdas el norte y te creas un profesional. Terminas vacío, no puedes convertir una afición en una casi-profesión. Tienes que salir de ese círculo vicioso porque tanta autoexigencia genera mucho estrés…»

Deja la competición, pero sigue entrenando cada día. A finales de 2015, considera que ha llegado el momento de retomar la actividad competitiva. Encuentra el Cross Country abandonado y opta por el maratón. Una mañana de niebla en Alaejos, Enrique es el primer ciclista en coronar subido en la bicicleta el mítico Horno Cazo. Tres podios en el Open de Madrid, primero en una prueba del open extremeño… Una lesión en la rodilla le obliga a parar y echa al traste la temporada. Así que este año empieza pronto. Sin ninguna referencia de sus rivales, se planta en Crespos a disputar la primera prueba del Open de Castlla y León de XCO.

Caída, avería y primer puesto

Enrique se encontraba bien el domingo por la mañana. Ya en los primeros metros comprueba que anda fuerte, marchando primero de su categoría en cuanto el camino picaba algo hacia arriba. Mediado el primer giro, al salir de una de las muchas curvas del circuito, algo golpea el pedal. La patilla se dobla y Enrique cae al suelo. Un buen golpe que, en caliente, no le deja dolorido. Continúa, con el cambio de la bicicleta maltrecho, y rápido recupera los tres puestos que le ha costado el incidente. Sigue apretando, en este circuito «cada recta, cada tramo, es un sprint». Ya no mira más hacia atrás, hasta que entra primero en meta. Descubre entonces que no ha sacado tanta diferencia como pensaba al segundo. «Iba dándolo todo, nunca pensé que tenía un corredor a solo 20 segundos». El sábado en el cerro de Las Contiendas lucirá el maillot de primer clasificado en Máster 40.

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