Una mañana de ciclismo que quedará en nuestro recuerdo

El título me lo ha dado Marcos, de los Bttros, pocos minutos después de cruzar bajo el arco de meta. Detrás de su cara, blanca de barro, no puede disimular el gesto de satisfacción. «Ha sido una prueba muy dura, pero estas son las mañanas que quedan en el recuerdo, esto queda para siempre en nuestras cabezas».

Ayer hizo un día estupendo

Vinimos el otro día y estaba perfecto. Ayer por la tarde me dí una vuelta por El Sofocón, seco y soleado. Óscar, Javi, la gente de Íscar y de Mojados, los de La Mata, todos lamentan estas ocho y media de la mañana de domingo lluvioso. En la gasolinera cercana al pueblo que lleva seis años peleando para sacar adelante una de las pruebas de BTT más importantes de la región, me avisan. Lleva lloviendo desde las cinco y media de la mañana, puede que más. Óscar Tejero aparca el coche sin intención de descolgar la Orbea. El Bonete Team en pleno decide no salir. Fernando ‘Chapu’ Velasco viene de paisano. Recuerdo el año 2017 y solo puedo ser optimista. Veo a Roberto, hablo con Víctor, saludo a los Valhondos y solo puedo ser optimista. La lluvia no va a llevarse todo el trabajo, todo el esfuerzo de esta gente. El barro no va a derrotar a los ciclistas. En los altavoces, Rosendo grita ‘Maneras de vivir’. De eso, precisamente, estamos hablando.

De campeonato

Dani Hernández, Macera, Salamanca. El compañero de Jesús Marchena, de Félix Domínguez. Categoría élite. «Mucho nivel hoy aquí, fíjate, ha venido hasta Óscar Pujol… bueno, y también ha venido éste». Fran, Carbonero, Segovia, nos saluda. Bromea. El speaker anuncia la presencia de Martín Mata, campeón regional de ciclocross, Máster 30. Muchas caras nuevas para mí y otras que he visto pocas veces y no recuerdo, gente de Cantabria, una pareja de asturianos… prende la mecha, suena la traca, cohete al cielo y hacia adelante, hacia la ermita a toda velocidad.

El coche de Xavi

Llovizna fina que en Castilla no tiene nombre, y si lo tiene es el muy poético, y muy castellano, «lluvia meona». El coche que maneja el presidente de los Valhondos, Roberto, abre la ventana del maletero y nos permite casi tocar a los ciclistas, escuchar sus comentarios en los primeros compases. A la izquierda queda Noel Martín, Fran ocupa el centro, se acerca Israel Castañeda. Salimos del casco urbano de Mojados y tomamos distancia con el grupo. Velocidad por el llano, casi 45 km/h.

Subida a la ermita con los ciclistas formando ya un larga hilera. Gente en la cima, distingo a Javier Martín, hoy sin bicicleta, hoy público, animación y agitación. Los zapatos empiezan a adherirse al barro cuando Roberto me llama para continuar hacia el punto convenido. Detrás del todoterreno, que se balancea por estos caminos al ritmo que marca el barro, un Citroen blanco convencional. Javier y su compañero siguen nuestros pasos hacia San Marugán, entre las risas y el asombro de Roberto y los demás. Consigue llegar al cruce que engancha con la carretera. Más risas. Están locos estos ciclistas.

San Marugán

Pinar, a lo lejos más árboles en lo que ya debe ser Portillo. Hay una bajada curiosa donde se ha colocado Rafa. «Por la izquierda, tranquilo y bajas sin problema», repite el valhondo al paso de los participantes. Me adentro en el pinar, cuesta abajo. Esto acaba con una subida corta. Van llegando los ciclistas, Jorge ‘Mirinda’ Estévez siempre acompañado por Jesús Merino. Como dice Adolfo, vosotros sí que habéis entendido el ciclismo. 

Ese maillot azul, esa manera pedalear… Óscar Tejero ha tomado la salida, al final no importó que la semana que viene se vaya al Tiétar. Sube detrás de Garikoitz, ambos con la sonrisa puesta, como siempre. Aquí llega Sonia Pato, a la que confundo con otra corredora. Oigo llamar a Miriam y resulta que ahí tenemos, cuesta arriba, a la flamante ganadora del Duatlón de Las Contiendas. El sol sale a su paso, ahora no llueve. Llegan Jose y Marta, de las carreras de montaña a su pueblo en bicicleta. Desando el camino una y otra vez, arriba y abajo.¡Qué bonito es esto! Se alarga el tiempo entre los participantes. Luis, compañero valhondo, piensa que ya no pueden quedar muchos. Poco más de las once de la mañana, abandonamos nuestro puesto. Toca avituallamiento en Cogeces.

Álvaro Alagueró

Álvaro Alagueró en El Sofocón

El Sofocón

Ahora llueve con más fuerza, o eso parece cuando bajo a la plaza. Saludo a Jonathan, el encargado de la Federación de Ciclismo para todo lo relacionado con el BTT, que muestra un vídeo con el grupo de cabeza. Me resulta imposible distinguir a nadie. Rafa me sugiere que vayamos hacia la subida del Sofocón. Como quieras, Rafa.

Esta subida se ha cambiado debido al estado del terreno. Al sendero de la derecha lo sustituye el camino ancho irregular, barro blanco casi yeso, escalones de treinta centímetros y algo de grava. Los protagonistas de la marcha también han cambiado, son otros ciclistas. Llevan un único maillot de color blanco, puede que gris. Aunque son muchos, el rostro que vemos pasar es siempre el mismo, tez blanquecina que hace resaltar el rojo tras los párpados. El barro pegado a la piel, bicicletas sudando tierra, caras de esfuerzo máximo. Un grupo de aficionados, con ‘Chapu’ y la gente de La Mata, algunos Bttros, anima con fuerza. Saben por lo que están pasando ahora mismo sus compañeros. Gente de Carbonero apoyando a los suyos. Adolfo y Xavi cortando chorizo, Samuel Jiménez lo rechaza, Rubén ‘Canutillos’ lo acepta. Risas, buen ambiente pese a la persistente lluvia. Una subida para el recuerdo.

Mojados

Ya circulan los chorizos a la sidra, los refrescos, las cervezas. Cola para lavar la bici. Óscar Pujol se acerca al calor de las ollas en ebullición. «Las bicicletas son para el verano», bromea. El corredor profesional también ha participado en esta prueba ‘invernal’ de BTT, compartiendo los caminos con todos estos locos del ciclismo, disfrutando con ellos de una mañana especial entre el barro y la lluvia. Una pareja recoge sus bicis, el cansancio en sus caras. Son de Sanabria, Zamora. Comentamos la dureza del recorrido y aprovecho para indicarles dónde pueden ver las fotos: 

Los 80 de Mojados

Antes de irme le hago una última foto a Jonathan Recarte. «Una con barro», sugiere. Un buen recuerdo.

 

 

 

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