El Club Mushing Atletismo Arroyo acerca este nuevo deporte a la provincia

El viento hace ondear las banderolas rojas a toda velocidad. El ruido de la tela al golpear se funde con los ladridos de los perros y los comentarios por megafonía. Soleada y fría mañana de febrero muy al final y muy abajo de Zaratán. Al pie de los caminos que separan las casas idénticas en urbanizaciones diseñadas con escuadra y cartabón de la vegetación salvaje, se mueve un grupo compacto con su inconfundible indumentaria negra y roja. Los chicos y chicas del Club Mushing Atletismo Arroyo calientan minutos antes de dar la salida a esta tercera prueba de la I Liga Provincial de Mushing Valladolid. Casi 100 participantes sumando cani cross, patín y bicicleta. Carpeta en mano, Miguel López se asegura de que todo está correcto.

El origen del mushing en Arroyo

Roberto pertenece a la junta directiva del Club de Atletismo de Arroyo de la Encomienda. Roberto conoce a Leandro, veterinario en la clínica La Flecha y apasionado de este deporte, que todavía se está empezando a descubrir en España. Miguel es un informático que juega al baloncesto y acude a un encuentro organizado por Leandro vía twitter para correr con su perro. Hace cinco años de aquella quedada para tres. Miguel se pone manos a la obra y crea la página web del club. Empieza a difundir sus actividades en facebook. Como sección del club de atletismo, el Club Mushing Atletismo Arroyo cuenta hoy con más de sesenta miembros.

Un grupo heterogéneo

Deportistas de niveles muy diferentes que comparten una actividad común. Gente, incluso, que antes no había hecho deporte y viene, nunca mejor dicho en este caso, detrás de su perro. Que al final, es de lo que se trata. Pasar un buen rato con los compañeros corriendo con tu amigo de cuatro patas.

En el Club Mushing Atletismo Arroyo es difícil encontrar dos perros iguales. Los miembros del club compiten hoy en Zaratán con el perro que tienen en casa. No se trata de animales que utilizan específicamente para correr ni seres extraordinarios, dotados de una habilidad especial. El perro que al que Nando coloca el arnés que irá unido a su bicicleta es el mismo perro al que pasea por el parque un domingo. El mismo perro blanco que hace compañía a Gala se lanza a los caminos por delante de las dos ruedas, escuchando las órdenes precisas de su dueño.

Estímulos positivos

Miguel cuenta cómo se debe adiestrar a un perro para que corra y obedezca. Destaca que lo ideal es empezar cuando aún son cachorros, aunque deben cumplir un año para participar en carreras. El perro debe asociar correr con algo bueno, así que lo más aconsejable es premiar al animal cuando responde. Conviene recordar que el buen entendimiento con el perro es esencial para practicar este deporte, sea corriendo o en bicicleta o patín.

Todos los conocimientos que reflejan las palabras de Miguel los ha ido adquiriendo con el tiempo. En las quedadas del parque de la Vega los miércoles por la tarde, en las carreras de los domingos, de otros corredores, de sus compañeros en el club. Hace poco recibieron la visita de un deportista asturiano que aportó sus conocimientos al grupo. Experiencias compartidas que ayudan a continuar con mucha ilusión y muchas ganas hacia el único objetivo del Club Mushing Atletismo Arroyo: la promoción de su deporte favorito.

Primera Liga provincial

Una buena manera de fomentar el mushing es la creación de estas cinco pruebas en otras tantas localidades de la provincia. El día 26 de febrero se celebra una nueva carrera en Viana de Cega, cerrando el 5 de marzo en San Martín de Valvení. Participantes de Burgos, algún asturiano… los amantes del mushing han recibido la iniciativa de esta Liga provincial con agrado, apoyando con su presencia la labor del club organizador y los patrocinadores.

 

Más allá del deporte

Lo que voy a contar ahora puede parecer una anécdota sin importancia, pero me resulta interesante. En realidad, personalmente creo que es lo más importante, por eso va al final. Muchos de los perros que participan junto a Miguel y sus compañeros del Club Mushing Atletismo Arroyo vienen de la perrera municipal. No son perros de raza ni han pagado una fortuna por ellos. Algunos llegan desde centros de acogida de animales abandonados. Estos deportistas aficionados, sin ningún afán de protagonismo o competitividad, le regalan a estos animales una segunda oportunidad. Llegar el primero o el último carece de importancia, porque ellos, hombre y perro, ya han ganado.

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