Hoy, después de casi cinco años, volví a competir en la modalidad de Ciclocross, una disciplina que me enganchó hace muchos años a raíz de mis viajes al norte y por culpa de mi padre por sus ganas de recuperar la afición a esta modalidad por nuestra zona, organizando las carreras en Valladolid.

En esta ocasión no había excusa, la ilusión de un amigo por darle a este deporte un giro en la provincia era la chispa para ponernos todos los ‘míticos’ manos a la obra. Desempolvando las máquinas con las que en sus años buenos recorrimos toda España y parte del extranjero con los repetitivos viajes a Mol (Bélgica) a los mundiales de Ciclocross de la categoría.

Ya está Samuel liándonos, y nos junta a Jorge Saldaña, Kiko García, al Aci y un servidor junto con el último enganchado, Guille, a salir un par de fines semana antes para ir preparando la cita. Yo como siempre, perezoso y con compromisos laborales me es imposible salir y me presento en Tordesillas simplemente con unas vueltas el día antes.

Amaneciendo con espesa niebla llego a Tordesillas. Me voy encontrando con antiguas caras que me hizo mucha ilusión ver, la gente que se había desplazado hasta allí por verme en la reaparición.

Nos llaman a salida con el desconcierto de cómo será el orden, yo centrándome en lo mío intento hacer una salida como las he hecho siempre (jugándomela), buscando posición, incluso recibiendo algún codazo por parte de los que tenían mucha prisa por remontar .

Cada giro los gritos de ánimo te hacían venirte arriba e incluso algún grito me saco la sonrisa («viejo zorro, no se te olvida  a ti esto…. ehhhh!!!!»)  aún estando a 195 ppm….

El ritmo me gusta, en las zonas técnicas adelanto puestos y poco a poco me voy encontrando a gusto en este circuito, que a la postre no era el oficial pero que a mí me estaba encantando. El ciclocross es lo que tiene, peleas por disputar la posición incluso haciéndote tocar suelo como en un duelo cuerpo a cuerpo, pero quizás eso sea lo que le hace tan agónico y atractivo.

Ya en el último giro la fuerzas empezaban a escasear y acabe de la mejor manera que pude, contento por haber disfrutado como hacía tiempo que no disfrutaba.

Felicitar al grandísimo Martín Mata por su carrera y campeonato (estás para ganar en élite) y también a Rubén García de Castro por su primero provincial, eres incombustible tío, pero ya me pensaré liarme más como tú me has dicho.

Javier Martin. ECI. Ciclismo