Un buen día, supongo que con presencia de autoridades grandes y pequeñas, colocaron una gran D mayúscula en medio de Bercero. Al lado de Tordesillas. Cincelado en la piedra puede leerse algo referente a Miguel Delibes. No recuerdo ahora si el protagonista de «El hereje» se dejó caer por este pequeño pueblo en uno de sus viajes. Hoy no han sido los caballos de hace siglos sino bicicletas las que han traído el bullicio y la expectación. Los poco más de 100 habitantes han salido a la calle este domingo para ver pasar «la carrera ciclista». Han aplaudido y han gritado, han tratado de reconocer a algún amigo entre los maillots multicolor. Se han asomado por la ventana y se han acercado hasta la cuesta para animar. Después ha vuelto a ser domingo en Bercero. Al lado de Tordesillas. «Tenemos alcalde, claro. Está en el bar, habrá gente ahora allí, es el único que hay». Prefiero quedarme aquí con vosotros, gente mayor, algún pequeño también. «Estamos esperando al panadero, el que teníamos se jubiló hace dos o tres años». No serán más de diez, con sus bolsas de tela. «Si no viene nadie, te llevo yo a Tordesillas», se ofrece un paisano. Suena el cláxon de la fugoneta, una, dos, tres veces. Aquí está el pan de cada día de la gente de Bercero. Al lado de Tordesillas.

Los caminos de los ciclistas

Para terminar con lo que me ronda la cabeza desde esta mañana y empezar a hablar de bicicletas, un comentario más: el ciclismo me parece un deporte idóneo para, como se dice ahora «dinamizar la vida de los entornos rurales». Yo lo veo casi cada fin de semana. Y vosotros también. No solo por las marchas organizadas, sino por la cantidad de gente que recorre caminos y senderos rurales todos los días. Dando sentido a la  propia existencia de esos entornos.

La primera de Tordesillas

Un pueblo que organiza una carrera de escuelas y una marcha ciclista lúdico-festiva bien se merecía una marcha de BTT. La plaza se ha hecho pequeña hoy con tanta bicicleta. El recorrido, debido a la lluvia de la noche anterior, se ha hecho duro. Mucho barro, pero gente contenta al final. Muchos ciclistas locales y de toda la provincia. Destacar como siempre la labor de los voluntarios y de aquellos que se encargan de coordinar que todo salga bien.

Marcha controlada

Hoy no se podía adelantar al quad. Solo en dos tramos libres. Hay ciclistas que prefieren libertad total durante la marcha, pero hoy en Tordesillas todos, con más o menos convencimiento, han respetado la norma. Cabe recordar que se trataba de una marcha no competitiva, aunque se entreguen premios a los más rápidos en cada tramo y al final. Una dicotomía en la que se mueve este tipo de marchas, una contradicción que todos aceptamos y con la que, por ahora, se siguen organizando marchas con éxito de participación, como ha sido el caso de la Páramos de Tordesillas. El jueves esta localidad vuelve a ser referente del ciclismo  a nivel regional, con los Campeonatos de Ciclocross. Nos vemos en Tordesillas.