La I Marcha BTT Medina de Rioseco ha contado este domingo, 23 de octubre nublado y lluvioso, una historia de superación propia de este deporte. El agua de la noche ha obligado a cambiar el recorrido, improvisando uno nuevo para evitar perjuicios a los participantes. Se elimina un tramo de barro arcilloso, en el que ni los vehículos a motor pueden defenderse. La consecuencia más notable es el incremento de kilómetros de carretera y algunos momentos de confusión sobre qué camino tomar que, afortunadamente, se van solucionando hasta el reagrupamiento en Matallana.

Roberto pasa delante de los fotógrafos en la bajada que conduce al palentino Belmonte, poco después de darse la salida. Un chaval muy joven para lo que suele verse en este tipo de marchas. A su ritmo, sigue la estela del resto de participantes. Uno de sus amigos, tan joven como él, decide que no está preparado para continuar y abandona en este punto. Javier y Roberto consiguen llegar al avituallamiento en Matallana, parada obligada para reponer fuerzas y descansar unos minutos.

Retomar el camino de vuelta a Medina. Pensar que, tal vez, debería haber hecho el recorrido corto. Aguantar como sea.

Una larga recta desde Matallana permite divisar a los ciclistas desde el cruce. Alberto Guinea, de charla con Rubén, Samuel y María y todos los demás. Más minutos de espera. Por ahí vienen, esos tienen que ser los últimos. Roberto y su amigo Javier, en compañía de Óscar Lucas y de los dos ciclistas encargados de cerrar la marcha, toman la carretera hacia la pista paralela al Canal de Castilla que los llevará a meta. Los chavales están agotando sus últimas reservas. Óscar les anima. Aprovechando el rebufo del coche desde el que asoma la cabeza el fotógrafo, continúan pedaleando. Me llamo Roberto, esta es mi primera marcha de BTT. No, no la he preparado mucho, no soy de Rioseco.

A lo lejos puede verse, ahora a la luz de un tímido sol, una camino de subida. Óscar empuja, anima, dirige. Óscar y sus dos compañeros llevan a Roberto y a Javier hasta la meta. Mañana es lunes y los dos muchachos, seguro que con unas buena agujetas, tienen algo que contar a sus amigos del instituto. Ayer aprendí una lección encima de una bicicleta. Ayer supe lo que es sufrir y disfrutar dando pedales. Ayer conocí a un profesor muy especial. Ayer supe quién es Óscar Lucas.